ALGUNAS (Y AL CORRER DE LA PLUMA), REFLEXIONES SOBRE EL COLAPSO NUCLEAR EN FUKUSHIMA

ALGUNAS  (Y AL CORRER DE LA PLUMA), REFLEXIONES SOBRE EL COLAPSO NUCLEAR EN FUKUSHIMA

Opinión de Guillermo

El drama nuclear de Japón pone nuevamente y con mas vigencia que nunca el debate acerca de la energía que usamos y como se origina.

Lo fácil es decir no a las combustibles fósiles, no a las represas y no a la energía nuclear.

Lo difícil es asumir apagar el ventilador y la luz para dar cumplimiento a las consecuencias de la decisión.

Los tres modos mencionados de obtener energía abastecen más del noventa por ciento de la demanda mundial, y la energía es la que permite los 7.000 millones de seres humanos que respiramos y comemos.

No es tan fácil, para reemplazar una central nuclear se necesitan unos 10.000 molinos eólicos, ó sea que en Japón, deberían haber existido un poco más de un millón.      Espacialmente inviable.

También está la energía de las mareas, la del sol, la de la fuerza de gravedad de la tierra, la vorticial del agua,  y muchas otras más.

Pero por ahora no están  tecnológicamente disponibles.

Francia y  EEUU tienen también más de un centenar de reactores nucleares  cada uno  y  están previendo cincuenta mas para el futuro inmediato.

Pero el costo de cada central ronda los 5.000 mil millones de dólares y los riesgos que implican serán resignificados  a partir del desastre en curso en Japón.

Entonces ya no se puede decir ni siquiera que la energía eólica es muy cara, porque no es verdad, incluso podemos afirmar que es más barata que la nuclear, el problema que presenta es la contaminación visual y la incertidumbre de su disponibilidad instantánea.

Pero, puestos en la opción de contaminar nuestro paisaje, ó nuestro cuerpo con radiación, no tengo dudas cual sería la opción triunfadora.

En estos días los comités de emergencia nuclear están reunidos en todo el planeta,  Chernóbil primero y  Fukushima hoy,  terminan con el sueño de la “energía limpia” del uranio,

Menos del  1% de las centrales nucleares que están funcionando en el mundo, han colapsado pero alcanzan para poner en peligro toda la humanidad.

La discusión esta saldada, pero la gran pregunta es: ¿Qué hacemos ahora?

Es muy posible que la crisis actual sea tomada como una “oportunidad” por los inversores que administran la economía mundial y busquen la respuesta en el modelo regido por el paradigma de la Ganancia que nos ha llevado a la presente situación, profundizando la carrera al precipicio.

O quizás ha llegado la hora en la que los hombres comunes hagamos valer nuestro criterio y torzamos, entre otras cosas,  el rumbo de los modos de generación de energía.

Todos podemos y debemos participar de este debate, esperamos tu opinión.

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un comentario

  1. Si no nos movilizamos enérgicamente seguirán con sus «negocios» hundiéndonos en esta locura sin límites. Pero ¿que hacemos?¿como?

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