MONITOREANDO LOS MONITOREADORES

El levantamiento del corte de la ruta 136 por sesenta días, inaugura un nuevo capítulo en la lucha de Gualeguaychú contra BOTNIA.

Todos se apuran  a tomar posiciones en esta nueva instancia, algunos para que nada cambie, aunque parezca que algo cambia, y los ciudadanos comunes esperando que por fin se verifique la magnitud de la contaminación que provoca BOTNIA, peritándola dentro del mismo vientre de la planta.

Una vez más, nada es lo que parece, por eso queremos pasar en limpio lo que esta haciendo cada uno de los participantes:

BOTNIA-UPM FINLANDIA

Continúa facturando  miles de millones de dólares, sin dejar una moneda para los uruguayos, porque están libres de todos los impuestos, municipales, departamentales y nacionales, por las escandalosas facilidades que se les concedió oportunamente.

Esta sangría de riqueza es equivalente al deterioro que están sufriendo la fertilidad y los acuíferos charrúas, por la implantación masiva del monocultivo de eucalipto que liquidará los frágiles suelos orientales.

Por supuesto que BOTNIA-UPM / FINLANDIA, no están considerando la posibilidad de facilitar a los países en conflicto, el ingreso a monitorear sus procesos industriales, porque pondría en evidencia la magnitud del daño que están haciendo a la región.

Esto no es novedad,  oportunamente al ahora ex presidente Vázquez, le negaron un pedido directo de detener el proceso de construcción de la planta por una semana, poniendo en clara evidencia su condición de títere de estos capitales que nos vienen a destruir.

MUJICA, LUCIA Y EL ESTADO ORIENTAL

Mujica intuye que no podrá cumplir lo acordado, así que por un lado apuesta al desgaste Asambleario y por otro trata de inventar chicanas como la de incorporar a Brasil (principal contaminador del río Uruguay) a la mesa de negociación, para tener un aliado de peso.

Su esposa, la influyente legisladora Lucia Topolansky, tiene clara la situación y no se resigna a la prepotencia de estas empresas, declarando…”cuando vienen los organismos internacionales y las empresas que nos compran a inspeccionarnos, revisan hasta debajo de la cama, así que no veo porque se opondrán a que ingresemos nosotros a ejercer nuestro derecho de controlar que hacen en nuestro país”.    Sin embargo, más allá de la expresada voluntad de Topolansky, es previsible que finalmente BOTNIA no abra sus puertas.

El Stablishment Charrúa, formado por los partidos tradicionales, que son socios y cómplices de este modelo de exacción económica a gran escala,  y los grupos económicos locales usufructuarios, juegan a dos puntas:

En primer lugar a que este nuevo panorama signifique el fin de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú, que es la que viene poniéndolos en jaque.

En segundo lugar, a que si fracasa esta estrategia, por lo menos se lleve puesto el prestigio y el consenso político del Pepe Mujica, al que toleran por fuerza, pero no digieren, por su pasado Tupamaro, y menos aún a Topolansky, de quien recelan sabiéndola una enemiga visceral de su clase,  mientras velan las armas para volver al bipartidismo Blancos/Colorados que administró Uruguay hasta la llegada del Frente Amplio.

EL ESTADO ARGENTINO

Por una parte el Gobernador de Entre Ríos, Urribarri, lo único que quiere es que se desactive la historia, que le complica sus ambiciones políticas.

Lo ambiental, mas allá de lo declamatorio, no integra su agenda, como lo demuestra en su gestión, especialmente por la tolerancia cómplice con los que destruyen la naturaleza, de las áreas de competencia específica de su gobierno, como son la Secretaría de Medioambiente y la Dirección de Recursos Naturales.

No podemos dejar de consignar las inexplicables y extemporáneas declaraciones del Gobernador, proponiendo se integren Chile y Paraguay a la mesa de negociación, reforzando la estrategia de Mujica de patear la pelota fuera de la cancha.

Por su parte, la Presidente C. Fernández, si bien a sido escrupulosa en no emplear la fuerza contra los Gualeguaychuenses, está harta del conflicto que le ha significado un costo político importante no solo a ella, sino también a su esposo, el ex presidente Kirchner.

En sus declaraciones ha hablado de la necesidad del monitoreo dentro de la planta, así que esperamos que si Uruguay muestra que ha perdido la soberanía de parte de su territorio a manos de Finlandia, endurezca su postura frente a los charrúas por el incumplimiento de los términos de la tregua.

GUALEGUAYCHÚ, POR SIEMPRE GUALEGUAYCHÚ

Los entrerrianos, de la mano de la poderosa herramienta de lucha: la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú, velan las armas al costado de la ruta, sabiendo que el conflicto cobrará intensidad, terminado el plazo otorgado.

El tiempo  (que pasa mucho mas rápido de lo que algunos quisieran) dirá.

Estaremos vigilantes.

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