INTA: 440 FORMAS DE ENVENENARNOS LEGALMENTE

El debate suscitado por el uso de los agrotóxicos ha sacado el velo que ocultaba la realidad bestial del modo de producir los alimentos que tenemos en la actualidad.

 

El INTA acaba de reconocer en Gualeguaychú que hoy se emplean en la agricultura industrial que se ha extendido a lo largo y ancho del país 440 substancias químicas que son peligrosas o muy peligrosa para los seres humanos.

 

SENASA, el organismo que las ha autorizado, está atravesado por los intereses de las compañías químicas que nos venden este modelo, baste recordar que para autorizar el uso del glifosato los «argumentos» que utilizó fueron folletos de propagan de la empresa MONSANTO, hoy BAYER/MONSANTO que ni siquiera habían sido traducidos del inglés.

 

Como forma de justificarse los técnicos de INTA aceptan estas ‘autorizaciones’ de uso de venenos, sin cuestionarlas y recomiendan un Manual de Uso de estos agrotóxicos llenos de recomendaciones que nadie cumple ni hace cumplir y mucho menos ahora que se están desmantelando los organismos de control del Estado y dejando miles de técnicos, profesionales e investigadores fuera de sus plantillas.

 

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Esta es la nota publicada en El Argentino de Gualeguaychú:

Desde el INTA aseguran que hay 440 agroquímicos autorizados para la venta que no son “inocuos para la salud”

 

Técnicos del INTA de la agencia local y de la Estación Experimental de Concepción del Uruguay, mantuvieron una charla con los concejales el martes pasado, en la que explicaron las buenas prácticas de aplicación de productos fitosanitarios y aseguraron que hay agroquímicos más poderosos al glifosato que está dentro de la guía de 440 artículos autorizados para su aplicación.

 Siguiendo la rueda de reuniones con los diferentes actores de la comunidad, con el fin de conocer su opinión sobre el paquete de ordenanzas que prohíbe la pulverización y venta de glifosato dentro del ejido, los concejales recibieron el martes pasado a técnicos especializados del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

En representación del INTA “Gualeguaychú” estuvo la ingeniera agrónoma Betina Landra, responsable y el especialista en cultivos intensivos el ingeniero Juan De Battista, de la Estación Experimental del Inta “Concepción del Uruguay”.

Los técnicos le pidieron a los concejales de los tres bloques presentes en el encuentro que hay que cuidar a los productores, y “hay que tener cuidado de no cortarle las manos con esta medida” que termine afectando a productores de pequeña escala, aquellos que tienen extensiones de tierra de 2 a 7 hectáreas, para la producción hortícola, de huevos o carne de cerdo.

“Lo que hicimos fue explicarle el concepto de las buenas prácticas agrícolas, qué son las bandas toxicológicas de los principios activos cuando se hacen las aplicaciones en la que hay que respetar las zonas en la que no se debe aplicar el agroquímico y la necesidad de respetar la distancia a los cursos de agua que son 50 metros para evitar que los productos lleguen a los arroyos”, señaló la ingeniera agrónoma.

“Se deben elegir bien los picos pulverizadores, les explicamos que se debe diferenciar bien lo que es una pulverización de una fumigación, porque la fumigación es un gas y vuela, pero en estos casos todos los productos están formulados para ser aplicados en forma de líquido.

Que se respete la velocidad del viento y la dirección que son los responsables de la deriva, que se respete la temperatura que es lo que provoca que el producto se volatilice,   y el producto no llegue al objetivo para el cual se está empleando.

Hay sensores que indican cuándo se debe aplicar los agroquímicos, que informan el estado de la maleza y permiten hacer una aplicación dirigida, se pueden hacer seguimiento satelital de pulverizadoras y desde el INTA se ofrece todo lo concerniente a capacitaciones en cuestiones de manejo de agroquímicos y las buenas prácticas relacionadas para el cuidado del medioambiente”, explicó.

Al referise al glifosato Landra manifestó que: “nosotros llevamos los dos tomos de la guía de fitosanitarios que hoy se comercializan, estamos hablando de 440 productos activos, luego hay una descripción de cada producto, con las recomendaciones de uso y al final cuenta a qué banda pertenece de uno a cuatro. La banda uno es la roja que indica a los productos muy venenosos, la dos es la banda azul, la tres la amarilla y la cuatro la verde. Ningún producto agroquímico es inocuo para la salud.

En el caso del glifosato, es uno de los 440 productos, es decir que el árbol le está tapando el boque. El problema es la cantidad de veces que se aplicó ese agroquímico en un campo, los años que hace que se aplica y como el glifosato se degrada por vía microbiana. El ambiente está saturado de glifosato, y al hacer monocultivo la tierra se termina erosionando y el suelo termina perdiendo

En reemplazo del glifosato, hay productos más tóxicos y están permitido utilizarlos porque están dentro de la guía de fitosanitarios autorizados”.

Para la ingeniera agrónoma, el municipio no tendría capacidad y estructura para poder controlar los 439 productos restantes que también son perjudiciales para la salud en caso de no ser manipulados correctamente.

“Se necesitaría una guardia y vehículos 4 por 4 para poder trasladarse hasta los lotes y verificar que la aplicación no se esté haciendo y en el verano se puede aplicar desde las 6 de la mañana hasta las 20 horas mientras haya luz natural. Esta ordenanza sería efectiva si se puede controlar, pero si no hay control la ordenanza solo quedaría en buenas intenciones”, agregó.

A su vez desde el INTA manifestaron su desacuerdo en que proyecto de ordenanza prohíba el almacenamiento de bidones cerrados de glifosato, al estar en comercios autorizados para tal fin y que reúnen todas las normas de seguridad en caso de algún derrame del producto.

 

 

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