EL GRAN TITIRITERO

«BOTNIA (UPM) ha tomado el manejo de CARU, y envalentonada, presiona a nuestro gobierno y legislatura, para derogar la Ley de la Madera, para poder dar el zarpazo y apropiarse de cientos de miles de hectáreas entrerrianas, que por ser las más próximas a su planta fraybentina le proveerían madera barata por menor costo de fletes. »

BOTNIA (UPM) OPERA PARA DISMINUIR SUS CONTROLES  

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La semana pasada conocimos que la delegación Argentina en la CARU había aceptado se archivaran dos centenares de denuncias por emanaciones gaseosas tóxicas, de BOTNIA (UPM) en Fray Bentos, lo que además de mostrar el ‘abandono de persona’ en que incurre el organismo con Río Negro y Soriano (ROU) y Gualeguaychú, -ER-, Argentina, víctimas habituales de estas emanaciones, evidencia que las nuevas autoridades del organismo ahora funcionan como operadores de la empresa a la que deberían controlar.

Más grave aún es que para los informes del estado del río se han comenzado a utilizar parámetros no acordados en el Digesto del Río Uruguay, creado por el Tratado Internacional firmado el 26 de febrero en 1975 entre ambos países, que son ostensiblemente más tolerantes que los establecidos, lo que está expresamente prohibido por el acuerdo mencionado y contraría toda la legislación internacional al respecto.

Días atrás, CARU montó un show mediático con amplia repercusión en la prensa,  con la Ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de Uruguay, Eneida De León, y el Rabino Sergio Bergman, su par argentino, en el que luego de besamanos e intercambios de elogios manifestaron:… «estamos felices de haber logrado esta situación, nos congratulamos de cómo está trabajando la CARU y el Comité Científico, naturalmente que tienen todo el apoyo de nuestro gobierno» (SIC De León), y…”Hoy es un día histórico y de celebración, porque los equipos técnicos han logrado reiniciar un monitoreo como corresponde, que ya no es por los conflictos sino por la responsabilidad compartida de cuidar nuestro río” (SIC Bergman).

Palabras a las que Bergman, fiel a su desopilante impronta, sumó:…“Uno se para delante de eso y da miedo semejante imponencia”, como si fuera la primera vez que veía la planta; y abundó:… “Algo hay que inventar en términos de dar una señal de sensibilidad” (SIC), reconociendo que poco le importan los hechos, solo dar imagen de persona sensible, váyase a saber con qué intención.

Pero lo más significativo, sin destaque en la prensa, fueron las palabras del Capitán G. Silvermann, presidente de CARU, habitual vocero oficioso de BOTNIA (UPM), quien al pasar, como en un párrafo más, reconoció que quiere ‘actualizar’ el Digesto del Río Uruguay, eufemismo que significa hacerlo más permisivo, adoptando los parámetros de la normativa uruguaya, claramente más laxa que la del convenio, normativa que ese  país permanentemente rediseña, flexibilizándola, para adaptarla a las exigencias de la empresa nórdica que disminuye de este modo sus costos arrojando al ambiente regional sus vertidos, achicando gastos en procesos y tratamientos.     Y no hablamos de conjeturas, hablamos de hechos, como cuando el ex presidente Mujica emitió una resolución presidencial autorizando en forma inconsulta a la empresa finlandesa a verter sus peligrosos líquidos al río, a mayor temperatura que la autorizada originalmente y acordada por ambos países.

BOTNIA (UPM) ha tomado el manejo de CARU, y, envalentonada, presiona a nuestro gobierno y legislatura, para derogar la Ley de la Madera, para poder dar el zarpazo y apropiarse de cientos de miles de hectáreas entrerrianas, que por ser las más próximas a su planta fraybentina le proveerían madera barata por menor costo de fletes.  

La gravedad de lo que está pasando crece cada día, en FUNDAVIDA seguiremos atentamente los hechos para informar a nuestros lectores lo que verdaderamente está ocurriendo.

 

 

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