EL GLIFOSATO ES UN AGROTÓXICO DE EFECTOS ATERRADORES

El estudio republicado de Séralini sobre toxicidad del maíz transgénico Monsanto y del Roundup
La revista científica europea Environment Sciences Europe lo editó el 24 de junio
Por Anastasia Gubin – La Gran Época

Efectos venenosos de maíz transgénico.

El estudio republicado de Séralini sobre toxicidad del maíz transgénico Monsanto y del Roundup

La revista científica europea Environment Sciences Europe lo editó el 24 de junio
FUENTE:  Anastasia Gubin – La Gran Época
Efectos venenosos de maíz transgénico.
La revista científica europea Environment Sciences Europe re publicó el 24 de junio el estudio del francés Gilles Eric Séralini y su equipo, que demostró los efectos de toxicidad a largo plazo del herbicida Roundup y maíz transgénico NK603 de Monsantotolerante a este agroquímico.

“El estudio encontró daño severo al hígado y riñón y desórdenes hormonales en ratas alimentadas con el maíz GM y bajos niveles de Roundup, los cuales están por debajo de los permitidos en el agua potable de la Unión Europea. Se encontraron efectos tóxicos del maíz GM analizado por sí solo tanto como del Roundup analizado por sí solo y junto al maíz. Descubrimientos adicionales inesperados fueron las altas tasas de tumores de gran tamaño y mortalidad en la mayoría de grupos de tratamiento”, resaltó sobre el estudio la organización de científicos GMO Séralini.

Originalmente estaba publicado en la revista Food and Chemical Toxicology (FCT) desde septiembre del 2012,pero fue retractado y retirado por el editor en jefe el 28 de noviembre del 2013. Primero A.Wallace Hayer, director de la revista, solicitó en una carta el retiro del artículo al científico, pero Séralini respondió: “mantenemos nuestros resultados», según reportó el medio francés Figaro.

En diciembre pasado la comunidad científica debatió sobre este hecho y sobre si las acciones detrás del retiro del artículo estaban relacionadas a una presión de Monsanto.

La organización GMO Séralini comunicó a su vez el 24 de junio, que el retiro se hizo “por la difamación de parte de científicos pro organismos genéticamente modificados”.

GMO Séralini agregó que daba “la bienvenida a la noticia de la republicación del estudio” y destacó que esto“restaura el estudio al nivel de literatura revisada por sus pares para que así pueda ser consultada y desarrollada entre otros científicos”.

La nueva versión contiene el mismo estudio del año 2012, con las mismas conclusiones, más un material extra que aborda las críticas a la publicación original que se hizo al alimentar las ratas 90 días. Estos datos revelan la diferencia de los datos que publicó la industria para sustentar las aprobaciones regulatorias del herbicida Roundup, “los cuales son mantenidos en secreto”, observó GMO Séralini.

El equipo de investigadores evaluó los efectos en la salud del maíz NK603 genéticamente modificado y el tolerante al Roundup durante dos años en las ratas en cantidades equivalentes a un 11 por ciento de la dieta, con o sin Roundup y con dosis de Roundup más bajas de las permitidas en el agua. El pesticida contiene glifosato.

“Este estudio fue una investigación de seguimiento de un estudio de alimentación de 90 días llevado a cabo por Monsanto con el fin de obtener la liberación comercial de este OMG (organismo genéticamente modificado), empleando la misma cepa de rata y el análisis de los parámetros bioquímicos en el mismo número de animales por grupo en nuestra investigación”, destacó Séralini en el documento que reveló los principales hallazgos observados en 34 órganos de los animales. Se analizaron 56 parámetros en 11 fechas dentro de los dos años para la mayoría de los órganos.

Resultados

El informe destacó que los análisis bioquímicos confirmaron deficiencias renales crónicas muy importantes, en todos los casos y en ambos sexos, con un 76 por ciento de los parámetros renales alterados.

En los machos alimentados con transgénicos, lascongestiones hepáticas y necrosis fueron de 2,5 a 5,5 veces mayor. En ellos los casos de Nefropatías fueron severos y 1,3 a 2,3 veces mayor.

En las hembras, en los grupos alimentados con transgénicos, hubo un aumento de tres veces en parte de los grupos, en cuanto a la mortalidad, y las muertes eran anticipadas. “Esta diferencia también se hizo evidente en tres grupos de machos alimentados con maíz GM”.

Todos los resultados indicaron patologías relacionadas a las hormonas y el sexo. “El equilibrio hormonal del sexo fue modificado por el consumo de maíz GM y tratamientos Roundup”, destacó la investigación.

Las hembras desarrollaron grandes tumores de mama con más frecuencia y mucho antes que en los controles. Para ellas, la pituitaria fue el segundo órgano con más discapacidad.

“Los varones presentaron hasta cuatro veces más grandes tumores palpables comenzando 600 días antes que en el grupo control, en el que se observó sólo un tumor. Estos resultados pueden explicarse no sólo por los efectos de alteración endocrina no lineales de Roundup, sino también por la sobre-expresión del transgen EPSPS u otros efectos de mutaciones en el maíz transgénico y sus consecuencias metabólicas”, explica la publicación.

Séralini y su equipo reveló datos en bruto del análisis realizado a la alimentación de ratas de 90 días. En el informe señaló que se revelaron “diferencias estadísticamente significativas en varios parámetros de la función de órganos, sobre todo relacionados con el hígado y los riñones, entre el grupo alimentado con maíz modificado genéticamente y el grupo de control alimentado con maíz no modificado genéticamente.

“Sin embargo, los autores de Monsanto desestimaron las conclusiones, como “no biológicamente significativas”, tal como fue también en el caso con otro maíz transgénico. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aceptó la interpretación de Monsanto sobre el maíz NK603, al igual que en los demás casos”, explicó.

“Nuestro estudio es el primero y hasta ahora el único intento de seguimiento de la investigación de Monsanto y para determinar si las diferencias encontradas en las ratas alimentados con maíz NK603 GM, especialmente con respecto a la función hepática y renal, no eran biológicamente significativas, como se afirma, o si desarrollaron en enfermedades graves durante un período prolongado de tiempo”.

Para esto el equipo de investigadores prolongó el estudio de 90 días a dos años para ver los efectos. Dos años es un período de vida completo de las ratas.

Protocolos

Séralini aclaró que “debido a recientes revisiones sobre los alimentos modificados genéticamente que no indican ningún riesgo específico de cáncer, pero que indican signos de disfunción hepatorrenal en los 3 meses, no teníamos ninguna razón para adoptar un protocolo de carcinogénesis”. Los casos de cáncer no estaban previstos, pero aparecieron en las ratas meses después.

Para estudios de carcinogénesis se exigen experimentos con 50 ratas por grupo, pero Séralini usó 20. Sin embargo, explicó, que prolongaron hasta dos años las medidas y las mediciones “como está permitido, por ejemplo, en los protocolos de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) 453 (de toxicidad combinada crónica y carcinogenicidad) y 452 (toxicidad crónica)”.

“Tanto la OCDE 452 y 453 especifican 20 ratas de cada sexo por grupo, pero requieren sólo el 50% (diez por sexo por grupo, el mismo número que usamos en total) para ser analizadas en los parámetros bioquímicos y hematológicos. Por lo tanto, estos protocolos de los datos de rendimiento exigen el mismo número de ratas como nuestro experimento. Esto sigue siendo el mayor que el número de ratas medido regularmente en un estudio de la dieta estándar de GM”, agregó Séralini.

Análisis

En cuanto a los análisis bioquímicos no se reveló diferencias entre los distintos tipos de maíz, GM o no GM se descubrió eso sí que ciertos ácidos fenólicos disminuyeron en manera consistente.

El ácido ferúlico se redujo tanto en el maíz GM y maíz + Roundup de un 16% y un 30% en comparación con la dieta control, y el ácido cafeico en los mismos grupos de 21% a 53%.

En el estudio anatomopatológico, los órganos masculinos más afectados fueron hígado, tracto hepatodigestivo y los riñones. Tal como se explicó previamente se observaron 2,5 a 5,5 veces más alteraciones hepáticas

A nivel celular, los grupos de animales alimentados con maíz GM ya sea con o sin aplicación Roundup mostraron un contenido de heterocromatina superior y disminuyeron los componentes fibrilares densos nucleolares, lo que implica una reducción del nivel de mRNA y el rRNA de transcripción.

En el grupo alimentado con transgénicos y Roundup en la dosis más alta, el retículo endoplásmico liso se incrementó drásticamente y los nucleolos disminuyeron de tamaño, llegando a ser más compactos.

Análisis bioquímicos a los 15 meses de alimentarse con transgénicos, cuando los animales aún estaban vivos, mostraron en las hembras fallas renales en el 82 por ciento de los parámetros.

Los niveles de Na y Cl o la urea aumentaron en la orina con una disminución concomitante de los mismos iones en el suero, al igual que los niveles de P, K, y Ca. La creatinina y la depuración de creatinina en la orina disminuyó.

En los animales machos con transgénicos con o sin Roundup, “el 87% de las variables discriminantes fueron relacionada con el riñón, pero los perfiles alterados eran menos evidentes debido a nefropatías crónicas y muertes avanzadas”.

Los tumores detectados fueron el 95 por ciento no regresivos de aspecto muy variado y en las hembras cinco veces más frecuentes que en los varones, con un 93 por ciento del tipo mamarios. Grandes tumores causaban impedimentos en la respiración de los animales. Dos casos de metástasis detectados fueron solo en los animales con maíz transgénico y uno de ellos con alta dosis de Roundup

Entre el 50 a 80 por ciento de ratas alimentadas con transgénicos desarrollaron tumores después de su mitad de vida, contra 30 por ciento en las alimentadas con maíz normal, lo que es 2,4 veces más que en el grupo de control.

En la pituitaria se observaron adenomas, hiperplasias en un 70 a 80 por ciento de la población con transgénicos.

Las ratas alimentadas con GM comenzaron a morir un año antes que las de control, debiendo ser sacrificadas por tumores excesivamente grandes a nivel renal.

Recomendaciones

Debido a la gran cantidad de tumores observados, especialmente en las ratas hembras, el equipo de investigadores recomendó la necesidad de realizar investigaciones a largo plazo (2 años) para evaluar el impacto de consumir toda una vida alimentos transgénicos y completar las conclusiones.

Gilles Eric Séralini presentó el estudio con sus colegas Emilie Clair. Robin Mesnage, Steeve Gress, Nicolas Defarge, Manuela Malatesta, Didier Hennequin Joël Spiroux de Vendômois.

Efectos venenosos de maíz transgénico. (Seralini, G.-E., et al. Long term toxicity of a Roundup herbicide)
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Estudio revela efectos venenosos del maíz transgénico
Cerdos alimentados con soja y maíz se enferman por trangénicos.(Jeff J Mitchell/
Cerdos de granjas alimentados con soja y maíz transgénicos se enferman

La revista científica europea Environment Sciences Europe re publicó el 24 de junio el estudio del francés Gilles Eric Séralini y su equipo, que demostró los efectos de toxicidad a largo plazo del herbicida Roundup y maíz transgénico NK603 de Monsanto tolerante a este agroquímico.

“El estudio encontró daño severo al hígado y riñón y desórdenes hormonales en ratas alimentadas con el maíz GM y bajos niveles de Roundup, los cuales están por debajo de los permitidos en el agua potable de la Unión Europea. Se encontraron efectos tóxicos del maíz GM analizado por sí solo tanto como del Roundup analizado por sí solo y junto al maíz. Descubrimientos adicionales inesperados fueron las altas tasas de tumores de gran tamaño y mortalidad en la mayoría de grupos de tratamiento”, resaltó sobre el estudio la organización de científicos GMO Séralini.

Originalmente estaba publicado en la revista Food and Chemical Toxicology (FCT) desde septiembre del 2012, pero fue retractado y retirado por el editor en jefe el 28 de noviembre del 2013. Primero A.Wallace Hayer, director de la revista, solicitó en una carta el retiro del artículo al científico, pero Séralini respondió: “mantenemos nuestros resultados», según reportó el medio francés Figaro.

En diciembre pasado la comunidad científica debatió sobre este hecho y sobre si las acciones detrás del retiro del artículo estaban relacionadas a una presión de Monsanto.

La organización GMO Séralini comunicó a su vez el 24 de junio, que el retiro se hizo “por la difamación de parte de científicos pro organismos genéticamente modificados”.

GMO Séralini agregó que daba “la bienvenida a la noticia de la republicación del estudio” y destacó que esto “restaura el estudio al nivel de literatura revisada por sus pares para que así pueda ser consultada y desarrollada entre otros científicos”.

La nueva versión contiene el mismo estudio del año 2012, con las mismas conclusiones, más un material extra que aborda las críticas a la publicación original que se hizo al alimentar las ratas 90 días. Estos datos revelan la diferencia de los datos que publicó la industria para sustentar las aprobaciones regulatorias del herbicida Roundup, “los cuales son mantenidos en secreto”, observó GMO Séralini.

El equipo de investigadores evaluó los efectos en la salud del maíz NK603 genéticamente modificado y el tolerante al Roundup durante dos años en las ratas en cantidades equivalentes a un 11 por ciento de la dieta, con o sin Roundup y con dosis de Roundup más bajas de las permitidas en el agua. El pesticida contiene glifosato.

“Este estudio fue una investigación de seguimiento de un estudio de alimentación de 90 días llevado a cabo por Monsanto con el fin de obtener la liberación comercial de este OMG (organismo genéticamente modificado), empleando la misma cepa de rata y el análisis de los parámetros bioquímicos en el mismo número de animales por grupo en nuestra investigación”, destacó Séralini en el documento que reveló los principales hallazgos observados en 34 órganos de los animales. Se analizaron 56 parámetros en 11 fechas dentro de los dos años para la mayoría de los órganos.

Resultados

El informe destacó que los análisis bioquímicos confirmaron deficiencias renales crónicas muy importantes, en todos los casos y en ambos sexos, con un 76 por ciento de los parámetros renales alterados.

En los machos alimentados con transgénicos, las congestiones hepáticas y necrosis fueron de 2,5 a 5,5 veces mayor. En ellos los casos de Nefropatías fueron severos y 1,3 a 2,3 veces mayor.

En las hembras, en los grupos alimentados con transgénicos, hubo un aumento de tres veces en parte de los grupos, en cuanto a la mortalidad, y las muertes eran anticipadas. “Esta diferencia también se hizo evidente en tres grupos de machos alimentados con maíz GM”.

Todos los resultados indicaron patologías relacionadas a las hormonas y el sexo. “El equilibrio hormonal del sexo fue modificado por el consumo de maíz GM y tratamientos Roundup”, destacó la investigación.

Las hembras desarrollaron grandes tumores de mama con más frecuencia y mucho antes que en los controles. Para ellas, la pituitaria fue el segundo órgano con más discapacidad.

“Los varones presentaron hasta cuatro veces más grandes tumores palpables comenzando 600 días antes que en el grupo control, en el que se observó sólo un tumor. Estos resultados pueden explicarse no sólo por los efectos de alteración endocrina no lineales de Roundup, sino también por la sobre-expresión del transgen EPSPS u otros efectos de mutaciones en el maíz transgénico y sus consecuencias metabólicas”, explica la publicación.

Séralini y su equipo reveló datos en bruto del análisis realizado a la alimentación de ratas de 90 días. En el informe señaló que se revelaron “diferencias estadísticamente significativas en varios parámetros de la función de órganos, sobre todo relacionados con el hígado y los riñones, entre el grupo alimentado con maíz modificado genéticamente y el grupo de control alimentado con maíz no modificado genéticamente.

“Sin embargo, los autores de Monsanto desestimaron las conclusiones, como “no biológicamente significativas”, tal como fue también en el caso con otro maíz transgénico. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aceptó la interpretación de Monsanto sobre el maíz NK603, al igual que en los demás casos”, explicó.

“Nuestro estudio es el primero y hasta ahora el único intento de seguimiento de la investigación de Monsanto y para determinar si las diferencias encontradas en las ratas alimentados con maíz NK603 GM, especialmente con respecto a la función hepática y renal, no eran biológicamente significativas, como se afirma, o si desarrollaron en enfermedades graves durante un período prolongado de tiempo”.

Para esto el equipo de investigadores prolongó el estudio de 90 días a dos años para ver los efectos. Dos años es un período de vida completo de las ratas.

Protocolos

Séralini aclaró que “debido a recientes revisiones sobre los alimentos modificados genéticamente que no indican ningún riesgo específico de cáncer, pero que indican signos de disfunción hepatorrenal en los 3 meses, no teníamos ninguna razón para adoptar un protocolo de carcinogénesis”. Los casos de cáncer no estaban previstos, pero aparecieron en las ratas meses después.

Para estudios de carcinogénesis se exigen experimentos con 50 ratas por grupo, pero Séralini usó 20. Sin embargo, explicó, que prolongaron hasta dos años las medidas y las mediciones “como está permitido, por ejemplo, en los protocolos de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) 453 (de toxicidad combinada crónica y carcinogenicidad) y 452 (toxicidad crónica)”.

“Tanto la OCDE 452 y 453 especifican 20 ratas de cada sexo por grupo, pero requieren sólo el 50% (diez por sexo por grupo, el mismo número que usamos en total) para ser analizadas en los parámetros bioquímicos y hematológicos. Por lo tanto, estos protocolos de los datos de rendimiento exigen el mismo número de ratas como nuestro experimento. Esto sigue siendo el mayor que el número de ratas medido regularmente en un estudio de la dieta estándar de GM”, agregó Séralini.

Análisis

En cuanto a los análisis bioquímicos no se reveló diferencias entre los distintos tipos de maíz, GM o no GM se descubrió eso sí que ciertos ácidos fenólicos disminuyeron en manera consistente.

El ácido ferúlico se redujo tanto en el maíz GM y maíz + Roundup de un 16% y un 30% en comparación con la dieta control, y el ácido cafeico en los mismos grupos de 21% a 53%.

En el estudio anatomopatológico, los órganos masculinos más afectados fueron hígado, tracto hepatodigestivo y los riñones. Tal como se explicó previamente se observaron 2,5 a 5,5 veces más alteraciones hepáticas

A nivel celular, los grupos de animales alimentados con maíz GM ya sea con o sin aplicación Roundup mostraron un contenido de heterocromatina superior y disminuyeron los componentes fibrilares densos nucleolares, lo que implica una reducción del nivel de mRNA y el rRNA de transcripción.

En el grupo alimentado con transgénicos y Roundup en la dosis más alta, el retículo endoplásmico liso se incrementó drásticamente y los nucleolos disminuyeron de tamaño, llegando a ser más compactos.

Análisis bioquímicos a los 15 meses de alimentarse con transgénicos, cuando los animales aún estaban vivos, mostraron en las hembras fallas renales en el 82 por ciento de los parámetros.

Los niveles de Na y Cl o la urea aumentaron en la orina con una disminución concomitante de los mismos iones en el suero, al igual que los niveles de P, K, y Ca. La creatinina y la depuración de creatinina en la orina disminuyó.

En los animales machos con transgénicos con o sin Roundup, “el 87% de las variables discriminantes fueron relacionada con el riñón, pero los perfiles alterados eran menos evidentes debido a nefropatías crónicas y muertes avanzadas”.

Los tumores detectados fueron el 95 por ciento no regresivos de aspecto muy variado y en las hembras cinco veces más frecuentes que en los varones, con un 93 por ciento del tipo mamarios. Grandes tumores causaban impedimentos en la respiración de los animales. Dos casos de metástasis detectados fueron solo en los animales con maíz transgénico y uno de ellos con alta dosis de Roundup

Entre el 50 a 80 por ciento de ratas alimentadas con transgénicos desarrollaron tumores después de su mitad de vida, contra 30 por ciento en las alimentadas con maíz normal, lo que es 2,4 veces más que en el grupo de control.

En la pituitaria se observaron adenomas, hiperplasias en un 70 a 80 por ciento de la población con transgénicos.

Las ratas alimentadas con GM comenzaron a morir un año antes que las de control, debiendo ser sacrificadas por tumores excesivamente grandes a nivel renal.

Recomendaciones

Debido a la gran cantidad de tumores observados, especialmente en las ratas hembras, el equipo de investigadores recomendó la necesidad de realizar investigaciones a largo plazo (2 años) para evaluar el impacto de consumir toda una vida alimentos transgénicos y completar las conclusiones.

Gilles Eric Séralini presentó el estudio con sus colegas Emilie Clair. Robin Mesnage, Steeve Gress, Nicolas Defarge, Manuela Malatesta, Didier Hennequin Joël Spiroux de Vendômois.

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